mi cuerpo rendido
lenguas de fuego,
fragor,
Tiemblo de dolor,
muero sin piel…
suplicante!.
Perdí mi mundo mágico
atravieso lo real,
umbral misterioso.
Secos mis huesos
aferrados a la tierra.
En el triste paisaje
vienes tu, amor esperado,
quebrando dolores
quitando tristezas
besando mis restos,
que ahora florecen.
Cumaná, enero 2012