¡Habito un poema!,
Ocupo sus espacios,
Son sus ventanas ocultas
Con cristales ambarinos
Que despiertan mis amanecidos sueños.
Camino a su ritmo,
Lento, de prisa, sin tiempo.
Con solo gotear su olor a tinta,
Efluvios de ideas
Me resucitan de su pálido mar.
Me abarca su intimidad,
Con el crudo hechizo
Y la soberana libertad.
¡Habito un poema,
Que no quiero deshabitar!.