Leandro

El odio del amor

A veces el amor se diluye en aguas frías

Se consume en el fuego de una guerra

Y hasta se vuelve una flor mustia

Tratando de vivir entre el mar y la tierra.

 

Se esconden las lágrimas entre cenizas

Y entre cortinas de sangre sobre ventanas

Como una estrella tras las nubes negras

El brillo se pierde en galaxias lejanas.

 

Si saber cómo y cuándo se escabulle

Como arena entre los dedos de las manos

Se ensucia, se entristece y se añeja

Y ya el tiempo no pasa entre veranos.

 

A veces el amor se confiesa desencarnado

Sin escrúpulos atraviesa la carne

Quema el pecho como un rojo candente

Mata el tiempo mientras la esperanza arde.

 

Se vuelve insolente y despiadado

Y como un dragón de furia sus alas extiende

Carcome los huesos y se abalanza

Sobre la vida que en desespero se defiende.

 

A veces el amor se vuelve malo

Se vuelvo frio, sádico y caótico

Desgarra el alma y no le importa

Si fue amor de vida, amor romántico.

 

El odio del amor se hierve

Y crece con toda la rabia del tiempo

Y se abalanza sobre el alma y la carne

Para morir después en triste silencio.