Deja el eco de tu voz
En mi recuerdo,
Deja en mis manos
El halo sutil
De tu mirada,
Y en mi boca
Deja el sabor,
A miel y vino seco
De tus besos,
Al hacer el amor.
Deja que la libélula
Fragante de tu cuerpo,
Siga como un fantasma
Que vuela ante mis ojos,
Y deja que en mis noches
Haga cometas cósmicas
De sueños,
Para elevarme en ellas
Hasta llegar a vos.
Ícaro