Siento a través de mi vida ser en muy buena medida un cúmulo de consensos, que al fin se liberan y en ocasiones se desatan por aquello que sin buscarlo estudio y así considero pudiera tornarme preso.
Domino sin embargo en las distancias cortas el lenguaje del susurro, y aún preso en las largas, verdad es que yo procuro, no suban las palabras una octava de mi belfo…( lo prometo)...
Traigo un sentimiento por el que a cada que lo siento y en cada instante que lo pienso, aparca a mi alma en el confín del corazón.
Y es en él, que el amor se localiza sin esperas, sin prisas, sin dudas, sin presagios, sin saberlo... mas yo aseguro sin dudarlo ¡que así, completo, llega el amor!.
Bien tenga yo un día enardecido; o en la belleza que a su causa motivada se promulgue, el efecto que nacido del concepto contenido en la importancia se me aferra y bien se instaura reclamando subsistir…
Ese que en verdad es; y hace que las luces se desvanezcan, y entre sombras se disipe vivaz, el tenaz y desmedido aliento que acarrea su existir...
A su paso, declinan los otros sentimientos; esos que se aferran puros al corazón. Pues es su presencia allá donde estén, simple o complejo concierto, como el hálito de promesas que traen y avientan su belleza ya sea ínfima o excelsa por su condición.
Me llevan al límite de lo amado; hacen que mi piel se tense tras sentir alzado el bello entre mis brazos, y es tan infinito percibir erizada esta mi piel como ese segundo que todo un instinto aclama después.
Y así es que en esta sensación de el sentimiento prendido, que la misma piel ayuda a esculpir clara la mente, que retoma sonriente el semblante, y más aún, animado y constante al corazón hace latir…
A nadie espero, mas nadie me espera… Todo está dentro de mí... en mi adentro estoy con ella... pues invenciblemente habré de estar ganándome en esta vida aquello que haga del tiempo pedazos y a su vez la maldición transitoria de no estar juntos…
Tan sólo porque la alquimia de esas dos manos sea constante, esas que sostengan a la vida junto a dos almas con simétricos corazones que por idénticas y genuinas, entre sí serán cautivas.
Por ello me veo a mi mismo... y medito que no se trata de levantar mucho peso para hacerse ver mas fuerte, ya que solo con levantar el nuestro propio cada vez que caemos, es suficiente....
Ya no es morir de amor... De amor ya no se muere... solo se trata de sobrevivir y sobreponerse ardiendo en este fuego que entorna erizado junto al deseo...
Al deseo y el anhelo de que sólo sean las caricias las que apacigüen la piel…
ESA PIEL DESNUDA DE SU RECUERDO.
SSM. 19-09-16