Alexander Cambero
Riachuelo...
Siento que todo gira a tu alrededor. Caen los misterios hasta lograr que todo fluya, entre miles de mujeres hermosas solo tú eres la dueña absoluta y definitiva de este corazón esperanzado. Por estás venas avanzas llevando mis ilusiones hasta lo más profundo, es como una caricia que no termina jamás. Te siento más allá de la vida misma, es tan profunda la pasión que me desborda que las más preciosas obras de Dios son como los refulgentes bordes de tus labios que tanto anhelo. Que cada risco son tus senos abiertos como tesoros al viento. Mágica y adorable mujer que me robó todo lo que soy. He volado al arcoíris de tus ojos. Crucé un sendero de belleza indescriptible para encontrarme en tu paraíso. Un mundo incomparable sintiéndote en cada respirar. El amor que nace en el riachuelo va engrandeciéndose en la medida en qué mi corazón se convierte en la vorágine que te adora. No importa si la distancia y el tiempo marcan distancias que se hacen fieros guerreros del olvido, romperemos la barrera hasta lograr la hermosa experiencia de estar juntos para siempre. Abro mi corazón para sentirte aún más. Es como mi vida misma convertida en la tuya en una unión que sabe mantenerse a pesar de las dificultades. Tu magia de reina sideral toca las puertas de mi sueño, transforma la música en coros celestiales en donde escucho tus palabras invadiendo mi alma. Quizás andemos lejos. El destino nos colocó en otras geografías que hacen que no te vea, pero dentro de mí renaces con cada amanecer, te veo en las estrellas o en la danza de la lluvia.