Anhelas diluir su recuerdo
en otro cuerpo
comprobarte
que aún eres capaz de vivir.
Ansias probar otros dedos
para olvidarte de
de sus yemas sabor a ti.
Obsequiarte
casi en tu reducida totalidad
a otro ser
y así comprobar
su olvido, su rechazo, su lejanía.
Necesitas asegurarte
que aún eres líquido
y que eres huracán,
y temblor,
y que eres un puño de sensaciones
que se desintegra al tacto.
En otros brazos tratarás de olvidar
aquellas noches…
Walberto Díaz
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