Quiero no tener que escribir
en mi pobre historial de vida
el eco frío, tal vez helado,
de la palabra desidia.
Quiero no tener que ver más
la violencia del hombre cruel
para con el hombre honesto
en este Universo desconocido.
Quisiera no tener que sufrir
por no hacer nada al respecto
la traducción malintencionada
de la palabra insuficiencia.
Quisiera no tener que escribir
nunca más por dinero
sino para encontrar pronto
el juego de llaves oculto
en el laberinto desubicado
de mi atorado cerebro.
Y dar al fin
con la que abre
el cofre mágico,
imaginario
que contiene
las letras
que conforman
el verso
donde entran
delicadas palabras
como amor,
respeto...
y sexo.
Quisiera no tener que despertar
de este insólito sueño
que viene
y rápido se va
por donde, sin saber cómo,
una madrugada vino...