¡Qué frágiles son nuestros minutos!
Ese tiempo que según viene se va
como polvo de cenizas pasadas.
Qué levedad tiene este hálito de vida
que nos envuelve continuamente
y que vuela por una suave brisa..
Qué inútil parece este existir
que se va escapando sin cesar..
Hoy ríes y mañana lloras..
Pero cuando ríes ¡qué felicidad!
Y esos instantes de alegría, aunque efímeros
ahí están ,
perduran por los siglos de los siglos.
Esa risa inunda el tiempo
y nos aferra a nuestro camino ,
nos ancla a la vereda que nos conduce
para dar pasos seguros
para recordar cuando el llanto
para recordar cuando el sufrimiento
para tener motivos para seguir caminando
La sonrisa que me provocas
La risa que me estremece