Tomare la sonrisa del día sin un precio,
recogeré los sueños que la ilusión regala,
todo es a plazo; el valor se agota,
viviré como un cartujo
las olas golpean las piedras,
en alocado deseo de saltarlas
se rompen en pedazos
las notas explotan su melodía
si el oído está ausente la música es nada
tarareando la nota como un autómata
trascienden las décadas de cada juventud,
Se busca poeta que sufrague sus versos
en impoluto canto al amor,
el amor ordena los pétalos deshojados
con la ilusión equivoca puesta en la esperanza,
el amor no prescribe; muere en la ansiedad,
en el alocado deseo de alcanzarlo en su
huida en tropel, sin un tiempo de regreso,
sin una meta de llega al silencio del olvido,
vivimos…pensamos; y luego morimos,
la esperanza transciende al lado de la fe,
escarbamos el pasado para encontrar nuestros
orígenes…teorizamos quienes somos,
¿nuestra existencia es una proposición fáctica?
arden en fácula los pensamientos de la ciencia,
buscamos en nuestra mente ese pensamiento,
urdir ese pensamiento extraviado que se diluye,
es preciso que el hombre llore sobre sus hombros,
evitamos que los pasos nos lleven a ninguna parte,
guardamos la certeza de ir por el camino correcto,
las aves emigran buscando anidar en otra estación,
somos nómadas por naturaleza…inmigrantes de
nuestro pasado…las huellas las borraron los
vientos de los siglos…se enmohecieron los papiros,
y es que lo siglos pasaron por una rueca, se hilaron
y llegaron los viajes espaciales,
los pies sobre la tierra se ausentaron,
por siglos no hemos conquistado la tierra,
y ahora queremos conquistar el espacio,
entonces, nuestro cuerpo es polvo del cosmos,
para que perdernos más,
si las cosas transitan buscando el orden.
romo --- 2016 --- Colombia