Camino buscándote dentro de mí. Hago mil travesías hasta encontrarte entre las nubes que circundan toda mi alma, jamás te fuiste porque la fuerza de este amor te alimentará en las entrañas hasta que muera. Cada silencio tiene el mensaje de la mujer en flor, tú me haces renacer cada mañana en el sueño eterno de tu mirada. Surjo de los leños humeantes, del prodigio de las cenizas que se convierten en ráfagas al viento de este corazón enamorado tan brioso como los corceles que recorren los horizontes infinitos. Avanzo por las ensenadas y allí entre los farallones está el volcán de tus ojos. Qué misterio guarda esa mirada tan profunda que hace que me estremezca hasta el delirio. En la medida en que me acerco mi amor se convierte en ese fuego que vomita la montaña azul que eres tú, me deslizo como lava ardiente hasta los maravillosos acantilados de tus senos mágicos. Es una delicia llegar hasta ellos, duermo entre tus brazos para escuchar la ternura de tu corazón. Es como un sueño que nunca termina el sentirte en cada centímetro de mi ser. Te encuentro en cada amanecer, los pájaros gorjean testimoniando que lo que siento por ti lo envuelve todo. Este amor germina a cada instante, es como si cada momento de la vida fuera la monumental obra de esta pasión…