No es tiempo de flor...
la escarcha apenas se licúa
entre nieves vespertinas,
opaca... y breve,
entre corazones onerosos
dulcemente desvestidos
de entretiempo,
no es tiempo de flor
en las cordilleras
desvalidas...
de la impúdica caricia,
apenas deslazada
late la esperanza
entristecida...
entre cauces cristalinos
y distraídos convólvulos
desvahídos...
entretenidos de lamento
herido y frío...
por los bosques desnutridos
del silencio.