FANTASMAS
Entré al cuarto:
¡ y ahí estaban mis fantasmas ¡
pero eran reales,
me miraron,
me abrazaron
y lloraron conmigo,
estaban más viejos
como sin esperanza,
como si estuvieran
esperándome,
cansados de buscarme
se envejecieron,
y entre murmullos
los recuerdos surgieron
igual de viejos
y se vistieron de esperanza,
y yo ahí, no lo creía,
todos estos años,
todos estos sueños,
esta soledad al fin murió,
ahora soy otro,
empiezo a envejecer,
soy otro fantasma
ahora.
GUIVEL