UN CAFÉ, POR FAVOR
Un café bien sabroso y humeante
luego del baño en las mañanas frías
antes de ir a conquistar el día
te reanima y renueva tu talante.
Cuando ya la mañana es fatigante
después de trabajar bajo la impía
mirada de un patrón con alma fría,
un buen cafè será reconfortante.
Ya después de almorzar, cuando se parte
en dos el día laboral y empieza
la calurosa y prolongada tarde,
un café bien caliente, tu semblante
vuelve a poner en forma, aunque es perversa
la cruel modorra que a tu cuerpo invade
fernandocardonakaro