Soñaba y soñaba que se iba de mi lado
llegò el amanecer, despertè feliz,
porque ya ella no estaba.
Que sueño tan raro el mìo,
eso es lo que yo querìa
desde hace mucho tiempo.
Ya entre los dos no habìan caricias,
pero lo bonito de este amor
es que no hubo ofensas, ni riñas
simplemente fue un mutuo adiòs.