Ya no importaba el calendario, con sus muchas hojas con números, avisando por adelantado las estaciones del tiempo. Miro descuidadamente la fecha como información, notando por la misma que estamos llegando al invierno.
Ya las primeras ventiscas dejaran sus huellas en los ventanales del amplio comedor de la solitaria vivienda y las primeras nevadas con sus copos flotando en el espacio marcando una danza en su caída y formando un manto sobre todo lo que encuentra a su paso.
Aquí donde vivo, en la Patagonia Argentina, las estaciones del año son muy marcadas. Queriéndome alegar de la nostalgia que embarga a mi espíritu, salgo de la casa rumbo al bosque para acopiar leña para alimentar al acogedor hogar que luce en el estar. Una ráfaga helada me hace trastabillar como recordándome que cambie de idea, prosigo mi ruta al bosque y con la sierra en mi mano rastreo el suelo moviendo la hierba seca que ya acusa el rigor de la estación, y aprovechando un pedazo de tronco en el suelo me siento y pienso.
¿Otro invierno mas y solo,Porque mi pareja se marcho unos inviernos atrás, producto de una discusión de tontos, la llevo a tomar otro camino y se marcho.
La envidia nos lleva al rencor y este al odio, profiriendo palabras que nunca imaginamos, ocurriendo lo que hoy estoy padeciendo.- otro invierno solo-.
¿Porque no juntamos amor para los tiempos que escasea? ¿Porque el amor no se apila y se guarda como la leña y cuando hace falta lo usamos?
¡NO ¡
El amor es tiempo presente en cada una de nuestras actitudes, no lo tengo que apilar en la casa, y lo uso cuando lo necesito, es presente a cada instante, ¡ES YA ¡
Si hubiera vivido con el amor en tiempo presente, no estaría solo en el invierno, estaríamos juntos, disfrutando del amable calor del hogar.
OTRO INVIERNO MAS…. Y SOLO:
Robi