Un día gris
de impura lozanía,
una mujer...
de vestido tenue,
se recortaba
breve de abandono,
en la rosa desvestida
que la envuelve,
sus labios traslucían
heridas breves...
de imperiosas soledades
derramadas,
apenas reverberada
en su desaire,
y en su discurso bendecido
de atonía...
me recordaba vertida
de abandono...
la enorme soledad
que la conmueve.
( y Abril...
apenas se desnuda,
desgastado de lánguidos
secretos...
en el lago monocorde
en que se vence... ).