Tengo mil razones para amarte,
pero cuando quiero encontrarlas...
algunas están en nuestro parque
otras se dibujan en las madrugadas.
Las más increíbles habitan en mi piel mojada
hay otras que palpitan en tus poemas
las más puras las tengo en el alma,
y las más prohibidas son secretas.
Prefiero las razones que hablan de ti
de tus tantas maneras de amarme
de tus palabras, de tu docencia, de tu voz,
de los sabores que dejas en mis sentidos
entre gemidos… al hacer el amor
Y hay más razones escondidas
en nuestros otoñales cuerpos
razones nutridas… por paso del tiempo.