Y es más: es el bastón de todo crucigrama,
el texto sin borrones que fluye en los lenguajes,
amigo en las bonanzas, amigo en los oleajes,
sedante en los insomnios, ungüento en la dolama.
Aquel que a los harapos les besa y da su cama,
la voz abracadabra los días de celajes
el más confiable asiento de todos los anclajes,
y presto da en las noches abrigo, pan y llama.
Y es más: es el minero que da a la tierra lustre
tratando los diamantes, también la estalactita
en los antros hostiles…y el páramo lacustre.
¡La voz de la amistad se escucha más bonita
si un día con amor la gente bien ilustre
con esas finas piedras ...la flor que está marchita!