Marah

Un amigo, un diamante

Y es más: es el bastón de todo crucigrama,
el texto sin borrones que fluye en los lenguajes,
amigo en las bonanzas, amigo en los oleajes,
sedante en los insomnios,  ungüento en la dolama.

Aquel que a los harapos les besa y da su cama,
la voz abracadabra los días de celajes

el más confiable asiento de todos los anclajes,
y presto da en las noches abrigo, pan y llama.

Y es más: es el minero que da a la tierra lustre
 tratando los diamantes, también la estalactita

en los antros hostiles…y el páramo lacustre.

¡La voz de la amistad se escucha más bonita

si un día con amor  la gente bien ilustre

con esas finas piedras ...la flor que está marchita!