Si bebes con la seda de tus labios granadinos
De mi potro su marcha acompasada.
Si te montas al estribo de mi espíritu de lírico
Y te ciñes al cabestro de las venas de mi alma.
Cabalgaré contigo ceñida de mi talle
En la silla con brocados de tisú.
Si te arrulla el embeleso musitado de mi voz
En el vuelo etéreo de mis latidos de corcel.
Si tu alma se arrebata al embrujo reluciente del espacio
Y te sientes en la cuarta dimensión de tu existir.
Ataré mi potro al potro de tu alma
Deletrearé deslizante tus declives sin dormir.
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