Soledades...
aun de hiedra me devoras
entre carmines de rosa
y beso insomne,
desnudada
de piélagos antiguos,
entre vinos...
y ceras derramadas,
por jazmines de hielo
en su zozobra.
Soledades...
de impúdica caricia,
entre yermos
pensamientos te deshaces,
herida de lisonja
y eco antiguo,
en la dulce paramera
que aún te nombra.