En cuanto caiga la noche, enciende tu lámpara.
No permanezcas en la obscuridad.
Enciende cuidadosamente tu lámpara.
El viajero que pase, dirá: \"cuánto reposo debe haber cerca de esa luz, y cuánta paz\".
La mujer solitaria que la distinga de lejos, pensará: \"allí debe anidar el amor; dos que se quieren son bañados por el mismo fulgor blando...”
El niño que la contemple, exclamará: \"tal vez hay niños en redor de la mesa, y leen bellos cuentos y miran maravillosas estampas\".
El ladrón furtivo murmurará con recelo: \"allí vive un hombre prevenido a quien no se puede atacar a mansalva\".
Muchos, al internarse en la selva, se sentirán confortados por tu luz.
En verdad te digo que es misericordioso, a las primeras sombras, encender nuestra lámpara: la buena lámpara de que el Padre ha provisto a los caminantes de la vida.
AMADO NERVO