No sólo se marchita
la flor que dura un tiempo.
También la vida es breve
y rápida cual viento.
La flor mustia se cae.
El hombre se nos va.
Los aires fijo traen
otoños sin piedad.
No sólo se marchita
la vida con su encanto,
su luz y su fragancia,
su áureo despertar.
Si no que viene el tiempo
y arranca lo vivido,
dejándola tendida
sobre yermo erial.