Marah

Sagrada poesía

¡Sagrada poesía: Oh, diapalma

de saudades, llovizna de los cielos,

ungüento del dolor y los desvelos,

 brisa elocuente, ángel de la calma!

 

¡Tu voz es adivina, cuánto ensalma

y alivia la erosión de los flagelos,

solo con té caliente de los hielos

y la explosión de trombas en el alma!

 

¡Hoy quiero venerar tu bosque altivo:

Oh, tu parnaso regio ya durmiente

y ofrecerte la rosa que cultivo!

 

¡No importa que se duerma en esa fuente

 de aquellos con el numen siempre vivo

tan grande su legado…tan presente…!

 

¡Sería mi aliciente:

brizar mi corazón en esa losa

sería un gran honor su cuna undosa!

 

 
Numen: ángel, inspiración