Un caballo pasa al trote
y una yegua lo acompaña,
corren libres por el campo
evadidos de sus cuadras.
Van sin riendas ni correas
ni aderezos que engalanan,
se respiran vientos frescos
en su alegre cabalgada.
Cual banderas ondeando
son sus crines y melenas,
el amor de dos criaturas
retozando por la Vega.
Cruzan campos de sembrados,
hortalizas y cultivos,
en sus almas inocentes
no conciben los perjuicios.
Arrumacos y relinchos
con bocados en el cuello.
Fue testigo la alameda
de sus juegos de fogueo.
Cuando el amo los descubre
relinchando en el arroyo…
revolcados por la tierra
se han cubierto con el polvo.
Brilla el sol sobre sus crines
y el relámpago en la yerba.
El amor de dos criaturas
retozando por la Vega.
Cecilio Navarro 24/09/2016