Ese era el sonido hermoso de su gimotear
Dulce, hipnótico y suave...
Ese era el exquisito sonido
Que me regalaba entre los oscuros árboles, cuando con mis garras su piel le desgarraba junto al baile de sus ahusada caderas me brindaban
Su pálida piel yo estrujaba con la dulzura de la suave depravación de mis obscuros pensamientos.
Ese era el sonido delicado que ella en mis oídos recreaba una y otra ves a oscuras mientras con la fuerza de un animal yo la aclamaba.
Truenos, cielos grises y fríos aires a su sensualidad erizaban acechando el deseo oscuro que su alma blanca resguardaba y mis vicios llenaba.
mientras su vida en mi piel terminaba acabando así con el dulce gemir de su boquita moribunda, pálida
y sin vida.