La noche es joven... amame,
dejame ser contigo una espiga de viento,
sembremos en el aire con ansias y deseos,
hagamos de este cielo una alcoba de ensueño.
Oyes el rin del rio,
como se vierte suave sobre las peñas tibias,
hermosea en su música con euritmia de besos,
acaricia sútil el suelo en su descenso.
En ecos hechos agua nuestro amor se despliega,
se ha desnudado de alma
el corazón en la entrega,
galopan sentimientos aunados con el viento,
la luna es margarita y se deshoja en rayos,
plenilunio perfuma la atmosfera en su canto.
Amame... no te aquietes al amor que nos tienta,
es tierno este momento, son eternos mis brazos,
la noche dura poco, dura más el encanto...
el que renacerá, de haberme amado tanto.