El viento susurra suavemente
Esta noche acaricia mis ojos
Le miro y me atrapa
Sin sentir alguna esperanza.
Sigo el sendero de aroma cruel
Que ha dejado su aroma en pie
Sin gritos, ni campanas
Solo un silencio le acompaña.
En la oscuridad del bosque
Ligero umbral únicamente
Árboles, ramas sin hojas
Sombras en la oscuridad.
Rasgando lo que aún queda
Sangrando lo que ya no está
Crueldad en las sombras
Viviendo falsedades nada más.
Rayo de luna que cae
Lagrimas del invidente
Ojos que miran,
Pero ojos que no ven.
Firmamento blasfemo
Estrellas que ya no están
Mentiras nada más
Pues muertas ya están.
Finalmente en el abismo
Frio destino
Que lleva al cuerpo, al alma al suplicio
Perdón, sin razón de pedirlo.
Sombra de Muerte en ruinas
Insistentemente respiras
Te aferras sin vida
Pues no sientes ninguna alegría
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