He sido cruel con el amor.
Se atolondra, se ofusca,
se arrastra, se pega a la pared,
me toma, aprieta, sujeta y amarra.
Sutil cree en mí,
me suelta, se agacha
y me besa la frente.
Me da tregua, no me encuentra
y huyo como ave en desbandada.
Me arrepiento y lo busco,
se esconde.
Lloro, gimo,
humillo mi poca cordura.
Y en la distancia
me observa
con ojos brillantes.
Ven acércate, exclamé.
Él sonrío y me dijo:
Más tarde.
Magda Bello
Memorias dispersas