Marah

El escalón perdido

¡Bendito Dios, se acaba la vida tan contenta;

las gentes extenuadas asustan con el grito

y buscan a lo lejos piedad al mal prescrito,

el bello paraíso que escrito está en tu cuenta!

 

No entiendo la lectura ni el saldo de esta imprenta,

el cálculo lo pierdo detrás del pan bendito,

pues falla un escalón de mármol y granito

y el débil al caer...al tártaro alimenta.

 

A diario van mis pies cayendo sin bastones,

en pos de la estantigua que marcha sin consuelo

tratando de escalar los duros escalones.

 

¡Oh Dios, y así libar tu brindis de infusiones

en copas sin fracturas, ni peste del subsuelo,

tan solo ese libamen…muy dulce de tu cielo...!

 

 

tártaro: infierno