Mengana

Amarilla

Una noche apareció tras de mi

con esa sonrisa, estremeciendo cada célula de mi cuerpo,

 después de eso  dude de todo lo que algún día considere como bonito,

desde esa noche habita en mi cabeza su mirada cálida y acogedora,

como una manta que te protege del  frío .

Otra noche fui tras ella, fui deseando sus besos dulces como el néctar de las flores

 y  su piel de fruta fresca.

Verla es un campo de girasoles cuando el sol a bajado a consentir sus flores,

donde respiras la belleza y apenas puedes abrir los ojos para ver todo lo maravilloso que tienes en frente.

Tenerla es una noche en el césped bajo un cielo estrellado y la luna puntiaguda,

donde abunda la serenidad y  formas constelaciones con los lunares de su cuerpo.

Escucharla es como un eco que retumba entre montañas,

porque al cerrar los ojos puedes sentir como cada palabra vibra por todo tu ser.

Es luz, es Amarilla.