Lolaila

Los gritos del alma

 

Y en el suelo una lágrima
rueda por los adoquines, sin freno,
en una calle vacía , sin sombras.
Muros rígidos sin luz, cortan el paso a la vida.
Erectos ante la mirada ciegan el sol
y el corazón yace contra las cuerdas,
marchito y sin aliento, sin fuerza para la lucha.
Los ecos sordos se apagan,
y el viento arrastra las ultimas notas,
de un triste violín.