El destino hoy me castiga por mis pasos al vacío
Hoy me envuelve y me cura el silencio marchito
El flapeo hoy parece aquello que siempre yo he visto
Muy de cerca, muy de cerca como la muerte del gran roció
Soy el lobo la maleza hoy recito como anfibio
Soy aquella luz inquieta que te busca como un niño
Con cariño son tus lares con respeto tu ampiño
La ferviz posada tuya hoy yo grito como el frio
Ha llegado hasta mis huesos Que partidos dan auxilio
Al corazón que tu flechaste y cayo por puro instinto
Y la estrella que me hablase pues la luna no ha nacido
Para entregarte totalmente, el universo y lo infinito
Tu belleza que se esparce como un ciclo es mi ciclo
De realidades inviolables de la ética y su prestigio
Amada tú ya sabes que por siempre yo te escribo
Y aunque guarde mis panales de dulzura Cornelio mío
Te amare como un hombre que entrega todo sin estribor
Amada mía yo te alabo y te asaltó, mi principio
Y mi mente siempre lleve que contigo
Yo estoy vivo.