Solo una vez estuve en la simpár Venecia,
y no sé si estuve más en el agua que en la tierra,
estar en Venecia es abrir una puerta que no se cierra,
es un sueño que no concibo sin tu presencia.
Casi en la misma orilla del mar,
viven las grandes obras de arte,
tierra y mar nunca están aparte,
allí soy marinero y caminante a la par.
Tanta belleza callada,
oculta tanta injusticia,
se es rico, pero la vida da muchos giros.
Es libre el cisne cuando nada,
sin sufrir de los hombres la avaricia,
paseando bajo el puente de los suspiros.