Qué situación tan desesperante
Tan lastimera crueldad
Para el corazón del poeta
Por un beso que nunca se concreta.
Amada mía, ¿porque la tortura?
Ese afán de herirme más y más
Tan cerca de tú linda boca
Y tú me torturas indecisa.
Decide vida mía, mi alma tiene frio
De tus labios ardientes sentir abrigo
Consuelo y perdón
Abraza mi inquietante corazón.
Vida mía, niña linda
No vez que enloquezco
Por un dulce beso
Amor de tus labios bellos.
Mi alma sedienta aclama por ti
Sed de tu miel, pétalos
De tus labios caer
Y por fin en tus raíces renacer.
Quimera hermosa con iluso fervor
Que me devora poco a poco el corazón
Por un beso, uno solo del ángel celestial
Que me haga volar en la eternidad.
Cuanto más podré resistir
Detener estas ganas de sentir
Un beso eterno de amor de ti.
Tendré que desafiar las leyes
Convertirme en un ladrón
Y robarte a la fuerza un beso
Aunque me condenen por eso…
Morir en la horca
Por uno de tus besos
Sonrió y rio, pues valdrá la pena
Haber luchado por ellos
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