Sí, mi existir la cuna para amarte,
en mi vientre se crearon albores,
desvelos, privaciones y dolores,
eres muy dulce, tierna y muy sonriente.
Calor de amor y dicha, por quererte,
mariposa posadora de flores
delicada brillas de mil colores
tu flor, aroma, para perfumarte.
Alumbraste los días de mi destino,
exquisito, aroma, fragancia,
eres tú la estrella de mi camino.
Mi cielo, día y noche, mi universo,
luna de plata, mis eternos sueños,
cobijo, don divino de mi verso.
Soneto dedicado a mi hija Michelle
Rosa Maria Reeder
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