La celda...
se entrelaza exigua
entre sueños desvestidos,
ayer caducos...
y hoy metamorfoseados
de irrelevante incensario,
de triunfante...
y desbordada algarabía,
entre lirios...
apenas desflorados
de inpertérrita...
y desnudada belleza,
insomnes, desnutridos,
casi breves...
de elegíaca nobleza
anudada de pureza...
e irreverente vacío,
por soflamas elegantes
de antitética altivez...
y razón extraña
y desangeladamente fría,
en el templo del espíritu,
impropiamente desamortizado
de desmesurada...
y cruel congoja.