En el campo se sigue la ley de la vida.
Un búho sale de su huerto y a la luna mira
Cantando el canto sabio del quien contempla
La letra escrita por la mano del cielo, nacida en la tierra
Que extiende de sí un árbol, donde entre frutos se encadena
Una seda serpentina que al búho silencia;
Y del silencio, el campo al ruiseñor despierta
Este anunciando: Sangre derramas, y con sangre baldeas.
En la vida se sigue la ley del hombre.
El vagabundo de su cárcel mira la tela
Que el pintor pintó, al principio de su escena
Donde se encuentra la más alegre fiesta
Aquella que al crecer el hombre deja
Y vuelto sordo por el fin de la inocencia
Entra al campo ingenuo y al ruiseñor despierta
Este anunciando: Sangre derramas, y con sangre baldeas.