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Oración a la tortura del hermano Angelillo de Uixó.

Oración a la tortura del hermano Angelillo de Uixó.

 

Ay hermanos , yo alabo aquellos que desaparecen del mundo torturados, por llevar dentro de si un gran amor a la verdad y al cambio. Ellos son la semilla del futuro. Aborrezco aquellos corazones helados de los torturadores ,meros conservadores que no quieren que nada cambie, aunque se disfracen con la apariencia de la modernidad. Son solo impiedad.
Repetir conmigo:
Aquellos que se disfrazan de progreso y modernidad, son solo impiedad.
He dejado muchas veces en conocimiento mi caso personal de torturas, detenciones, acoso, exclusión, y sufrimiento, pero también tengo un largo historial de censuras. Y esto siempre se calla como si no existiera o no doliera. Ha sido donde he predicado: en blogger, youtube, hotmail, y en facebook. Mi última cuenta censurada ha sido ayer, la de Mohamed de Uixó.
He sido fulminantemente censurado por facebook tras publicar una carta escrita al defensor del pueblo donde decía que sufro torturas. Facebook me ha explicado educadamente los motivos que les ha llevado a tomar esta decisión , mis publicaciones son spam , es decir basura. Nunca mejor dicho llamar basura a la tortura. Y no me dejan entrar a predicar, pero en verdad os digo que no quieren que entre porque tiene miedo de que los encuentre.
Por eso me han cerrado la puerta.
¿ qué he descubierto?

Oración a la tortura.


Estoy sentado,
contemplando las viejas ruinas del molino de Vall d´Uixó.
Estoy sentado,
contemplando las viejas ruinas que aún se mueven rodeadas de un progreso que grita:

PRECARIEDAD.

Parece una burla del pasado el tiempo.
Viaja cargado de viejas palabras,
de viejas palabras está cargado:
Policía, tortura, censura.
Palabras que el tiempo ha velado hipócritamente
cuando se buscan y se idolatran,
La tortura tiene muchos amigos y muchas bocas que la protegen.
Hay un muro, el de Mohamed de uixó.
Un muro que me prestaron para hablar
y que han derribado por escribir:
TORTURA.
La tortura es una palabra muy pesada,
pero no tanto como:
No mataras,
no robaras,
no pronunciaras el nombre de Dios en Vano.
Venga pues a nosotros ella.
Hágase su voluntad en nuestros corazones.
No nos dejes caer en la salvación,
a manos de nuestros verdugos.
Saludamos con sufrimiento y dolor
a aquellos que nos guían.
Somos dignos de desaparecer
por el amor a la verdad.
Paz y bien.

Angelillo de Uixó,