Dónde están ahora tus acordes.
Los más dulces,
Mejores susurros de amor.
No arrullas con tu voz
Como en el preámbulo
Ni produces lo extático sensual.
Mordaces e hirientes increpaciones
Hacen centrípetas en mi cerebro.
No delíneas ni esculpes mi cuerpo,
Tus “herramientas” solo lastiman, repujan.
La alteridad de mi vida
Rumia la nubilidad
De la inocencia quiescente de crisálida.
Soy mariposa de truncado vuelo
En cielo de felicidad perdida…
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