Mi cisne es muy dorado, dominio que me explora,
cual rey que bien presiente los lobos más adversos
y canta, silba, vuela, cual diana de la aurora
haciendo que se extiendan los sones de mis versos.
Los ámbitos domina de tierras y los mares
y al cielo se remonta sutil en una nube,
regresa luego a ungirme de besos en mis lares
y siento gran solaz al verlo tan querube.
¡Qué músico su pico, sublime vals me dota:
la luz pone en mi césped, de azul pinta mi cielo,
y siento levitar mi alma cual gaviota
al lado de mi cisne de tul y terciopelo!
¡Que viva eternamente mi cómplice mascota
mi cisne sibilino, mi cisne travesuelo!