Que cada día seas tú, es mi sueño anhelado. Ansío verte discurrir en este universo dedicado a ti; embrujo de un corazón resguardado en las profundidades de un verdadero amor que no desfallece jamás. Cada amanecer es el esbozo de tu alma en la mía; esencia sagrada de una ilusión perfumada en tus enredaderas de marfil precioso, que supo transfigurarse en joyas lumínicas de un cofre que resguarda la tierna dulzura de tu mirada. Es tan grande lo que siento que fuí atiborrándome de ti; cada gota tuya hasta llegar a desbordar los océanos del deseo, cuando el tráfago del destino cruzó los confines que arreciaron frente a los oscuros acantilados, apareciste en las estrellas del firmamento, ellas tiene el nombre de cada caricia que prodigó mi amor cuando te imaginé entre mis brazos. Son las tiernas osificaciones fosforescentes de este idilio inacabable; solo caminar entre la infinidad de luces del templo del cielo para seguir llevándote al mayor estrado del paraíso. Es la desafiante realidad de una antorcha boreal; que ilumina a este corazón con el álbum de tus recuerdos hermosos. Un paraíso sin mácula, límpido con su lienzo azul como marco de tus bondades de reina. Es el amor que escribió sus palabras en las páginas de la eternidad, fue arrancando espacios a la vida para ir asumiendo que solo tú llenas su pócima con los secretos. Ese querer aprendió a escucharte en los silencios, a distinguirte entre millones de gotas de lluvia que saben acariciar a la tierra que se planta para sentirla en sus venas subterráneas. Desfile de luciérnagas llevando su tímido remilgo de luz; es como si fuesen mensajeros que traen consigo el misterio de tus ojos. Esas noches se despojan de su atuendo para que se apoltrone la tórrida mañana de las esperanzas de verte cruzar el umbral de la vida, sentimientos que brotan, pasiones que no desfallecen al renovarse la cosecha de quererte. Vi tu rostro en todas las direcciones cuando tu sonrisa se pareció al arcoíris. Sentimientos que germinan para llenar los surcos con la cosecha de tus besos, te he amado hasta entregar el último aliento de este corazón; sigo descubriéndote en las pequeñas cosas que siguen siendo la mayor declaración de amor que podamos expresar…