Observo atrás mis pasos: mi brújula perdida:
sondeo los periplos, peñascos, lobregueces…
hubiera sido piedra de un rayo mi caída
si dejo en mis pupilas espectros y altiveces.
De balde mi cuidado…mi gesta precavida,
hoy fallan en la senda mis pasos muchas veces
sintiendo como tunas los parches de mi vida
y utópico mi nombre es sombra de las preces.
¡Al mundo juramento callar mi desencanto,
jamás por mi extravío blandir su duro sable,
ni luz de otras galaxias buscar para mi canto!
¡Por ser pesado globo de ritmo tan estable
retomo gravedad y mis ejes imanto,
si existen las picadas en tierra perdurable!