La luna en la bahía se imagina
relucir entre el roce descubierto,
artero en los destinos por incierto
aspira el mar azul en la colina.
Tan fuerte sopla. Creo que rechina
en el difunto espanto del desierto.
Mortaja muerta en cada oscuro puerto:
Aguda seña para ser genuina.
Viento afilado como punta de hacha,
lleva remos con huesos en el tiempo
toma siempre la forma de la hilacha.
Céfiro de montaña. Pasatiempo
en su garganta aguada se emborracha
esa voz de Caronte con su tempo.
Amalia Lateano