A veces nos encontramos aislados de la realidad,
de la realidad que vivimos y llevamos dentro de
nosotros mismos, donde todos los que nos rodean
nos parecen extraños, muertos en sí mismos, encasillados
en lo que no es la realidad, en espera de algo que quizá
nunca llegará. Y nos damos cuenta que nos hacemos viejos,
que el tiempo pasa y nos va dejando.
No deja de asombrarme alguien que conozco ya con sus años
con sus amarguras y alegrías encima queriendo huir de una
verdad que lo atormenta y que al mismo tiempo e mantiene
vivo, A tí que me cuidaste quiero darte gracias, que la vida
te bendiga siempre!!