Hay silencios conjugados en la nada
que acompañan o se marchan solos,
y pueden sentirse por las tardes;
o no haberse ido, pero regresan
a bordo de sus naves de porcelana,
atiborradas de esmeraldas vacías.
Hay silencios sigilosos , escondidos
tras las gotas de los aguaceros,
testigos de verdades o mentiras
que llenan cantaros de esperanzas,
derramadas como dados curvos
lanzando los destinos de una vida.
Hay silencios sin un mundo definido
como piedras arrojadas al vacio,
alojados en las sienes del tiempo
o dormidos en los nichos del bullicio.
Hay silencios sin bases ni pedernales
incomprensibles, sin formas ni modos,
silencios expresados en mudo silencio,
silencios que hieren, silencios que duelen.
Autor : Gustavo Echegaray A
30.09. 2016