Los abismos pueden llegar a romper los esquemas de su alma, y claro que se ha dado cuenta... una y otra y mil veces más se pregunta a sí misma: ¿Realmente soy feliz? ¿Porqué vivo buscando lo que no necesito? y ¿Porqué no tomo en cuenta lo que tengo y siempre he tenido?
A veces las grandes dudas saben a dolor, los sentimientos econtrados son amargos y tan dulces a la vez; la soledad, por ejemplo, es y ha sido parte de toda su vida; pero es terrible cuando se acostumbra a estar acompañado y de repente te asalta la soledad entre dos calles oscuras y tú sin saber hacia dónde correr... De un lado está tu felicidad y del otro la felicidad de los demás, ¿Qué es más importante ahora?
Ella siente cada vez más que se va perdiendo, que la felicidad nunca ha llegado a ella; y si alguna vez estubo a su lado, nunca le gritó y ella no pudo escuchar, no saltó para poder verla... se le escapó de las manos, de los ojos, de todos sus sentidos y ahora, no sabe dónde buscarla.
Por más que ella lo intente, cree que es más seguro que, por todo lo que ha cometido, la felicidad se ha resignado de no volver a tocar su puerta puesto que ella es de esas personas que no valoran cuando ésta llega, cuando está; pero ella se preocupa por su felicidad cuando se le pierde completamente y cuando la engaña con la soledad.
Hoy, ella sabe que nada es perfecto y que quizá nunca lo sea; pero aún ella sigue añorando esos días, esas fechas, esos sueños, esas metas, esos propósitos... ella lo ha perdido todo, no se tiene ni ella misma. Se conoce, sí, pero ¿De qué sirve? Si se conoce, sabe quién es y comete errores, los analiza y no intenta cambiarlos; entonces....????
Gracias A Dios Por El Aroma De Mis Desvelos Stella Dagdug