¿A dónde ir del mundo
por el ocaso y por el alba,
o acaso por el bosque,
por los ríos y sus mares?...
se te ha vuelto esquivo el mirar
por mil y una tormentas,
se te ha vuelto rutina reclamar
que te falte el aire en la mañana...
se te ha vuelto habito refunfuñar
por mil tonterías etéreas,
se me ha vuelto costumbre
resignarme a la derrota de tu adiós...
¿a dónde ir entonces
prisionera del tiempo,
a donde ir sin tí del viento
exhala tu último aliento?