Gigante azul ,
como el mismo cielo
sin medidas,
convertido en pliego.
Agitado camino de naves
con poses en las brumas
de andar zigzagueante.
Van los fríos viajeros, taciturnos,
contemplando el ritmo, sin quietud.
De miradas profundas
en ensueños y figuras,
marchan a algún lugar
de este mundo,
a encontrarse, fugaces,
con amores convertidos en lunas.
Noviembre 2010