ASOMARME AL MUNDO
Asomarme al mundo, tocar sus latidos
imponentes, sentir el impulso azul
de un tiempo bravío al que asisto alucinado
-más perdido que encontrado- en el único
paisaje posible que aún permanece.
Asomarme al mundo con aliento
encendido. Invocar ese sutil aroma
que las cosas desprenden, y mirarte
de soslayo entre la luz que misteriosa
te cerca y la sombra que sutil te evita.
Asomarme al mundo para sentir
que la imagen que el espejo me devuelve
de ti es real, que a los sesenta y tantos
–corazón en un puño, pulso en las sienes-
aún me emociono como niño que llora
buscando expectativas asombrosas.
Como un niño, sí, perdido en la cuna
del amor y del recuerdo, traspasando
afanoso la rígida e inexorable crueldad
de un tiempo que se nos hacia el ocaso…
“SOLEDADES” (Provisional)
Cuaderno XVIII (Del 04 de febrero de 2013, al 12 de enero de 2014)
©Teo Revilla Bravo.